A muchos nos gustaría tener los dientes blancos para lucir más atractivos y sonreír con más seguridad. Para lograrlo hay desde blanqueamientos clínicos, recomendados por los profesionales de Clínicas Dentales Corró Maduro, hasta productos farmacéuticos para aplicarse en casa, y otros remedios caseros. Para saber lo que nos conviene, es importante entender qué es lo que hace que los dientes cambien de tono.
El color de la dentadura varía dependiendo de varias cosas. Entre estas: (1) la genética, (2) la consumición de alimentos y bebidas como café negro, vino y coca cola, (3) el uso de ciertos antibióticos y otras substancias como el tabaco, (4) el cuidado personal, y (5) el paso del tiempo. Si bien algunos de estos son inevitables, siempre podemos administrar lo que consumimos y mejorar nuestro cuidado personal.
Aun así, si no logramos prevenir que nuestros dientes cojan un color más amarillento, existen soluciones posteriores como el blanqueamiento dental, cuyo objetivo es eliminar las manchas externas. Existen diferentes tratamientos recomendados:
Blanqueamiento casero: consiste en la aplicación de un gel que permite que el oxígeno penetre los poros del esmalte causando la descomposición de ciertos residuos hospedados en el diente. Debe ser aplicado todos los días por alrededor de dos semanas.
Blanqueamiento clínico por fotoactivación: es la técnica más efectiva y rápida ya que el mismo procedimiento es acelerado mediante la exposición de una luz intensa. En una hora se obtienen los mismos resultados que en 2 semanas del blanqueamiento casero. Sin duda debe ser aplicado y supervisado por un especialista.
No recomendado
Bicarbonato: este compuesto blanquea los dientes temporalmente mediante la erosión del esmalte. Además de provocar sensibilidad dental, puede ser abrasivo para la encía.
Limón: La acidez de esta fruta debilita el esmalte del diente haciéndolo más propenso a fracturas y caries.
Carbón activo: Es utilizado por su capacidad absorbente, sin embargo, solo elimina manchas superficiales. Por su agresividad, puede desgastar la primera capa del diente. A la larga, esto haría que coja un color amarillento más fácilmente.